El Tarot es gratuito, los arcanos son los que guían nuestra fortuna y nuestro destino. Y esa sabiduría es gratuita.
Se dice que el Tarot fue creado por los sacerdotes egipcios para trasmitir conocimientos secretos. Ese conocimiento se daba de maestro a discípulo y no se cobraba.
Cada imagen del Tarot es un símbolo que contiene muchos mensajes, depende de usted saber interpretarlos. La forma para poder interpretar las cartas del Tarot es meditar en las imágenes y conectarse con la intuición, ya que las cartas son un puente, una guía para poder despertar su intuición, su videncia.
Un maestro que viajaba por todo el mundo no llevaba ningún equipaje, tan sólo sus cartas de Tarot, y se dice que no las llevaba a todas, sino tan sólo los arcanos mayores. Este maestro eran tan genuino que regalaba su tirada de cartas, porque él decía: El Tarot tiene que ser gratuito, los arcanos mayores poseen un conocimiento que es para dar, no para escatimar. Ese maestro podía, por medio de las cartas, saber el futuro, saber el destino de las parejas, si una persona era compatible con la otra, qué persona era ideal para él otro. Este maestro, del que es mejor no revelar su verdadero nombre, dejaba una enamorada en cada ciudad que visitaba, porque sus cartas sabían encontrar la persona ideal para él. Algunos lo conocieron y le llamaron “El marinero”, porque dejaba un amor en cada puerto. Y tuvo muchos discípulos. Él daba sus clases gratuitas a quién tuviera la facultad innata de poder adivinar el futuro por medio de los arcanos.
Comenzaba explicando que los arcanos mayores bastaban para saber todo lo que iba a suceder en el mundo, porque ellos responden muy fielmente. Él explicaba un principio que algunos Tarotistas olvidan: decía que la primer carta del Tarot (el arcano número uno) denominada El Mago, estaba relacionada con la última carta (el arcano número veintidós) denominada El Loco. Decía el maestro que eran opuestos y que los opuestos siempre se unen. Y explicaba que todo lo que gira en un sentido siempre vuelve a su mismo lugar. Hacía un círculo para demostrarlo. Él le llamaba la rueda de la vida. La rueda del Samsara según los hindúes, la rueda del karma.
Hubo una vez una mujer llamada Rebeca muy enamorada de un hombre que estaba casado. Ella estaba enamorada pero el hombre casado no le correspondía. Ella intentaba por todos los medios acercarse al hombre, lo seducía, lo llamaba por teléfono, le enviaba cartas. Desesperada, la mujer acudió a nuestro maestro quien le explicó lo de la rueda del Samsara, y le mostró las dos cartas. Le dijo: Esta carta eres tú ahora: El Mago, quien quiere manejar las cosas, ordenarlas, forzarlas también. Esto no te está dando resultado, tienes que transformarte en esta otra carta y arrojó la carta El Loco sobre la mesa. El maestro dijo que ella tenía que hacer como decía esa carta, es decir, tenía que no hacer nada, tenía que dejar de querer manejar la situación, hacer como hacen los locos que no hacen nada, que divagan. Rebeca se relajó y dejó de perseguir al hombre. Al poco tiempo el hombre se separó de su mujer, llamó por teléfono a Rebeca y le dijo: te amo, siempre te he amado. Ahora ellos son felices juntos. El Tarot responde a todo.
La mujer agradecida acudió a nuestro maestro y quiso pagarle. Él dijo: El Tarot de los arcanos es gratuito.
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