El espíritu del zen

Hablaremos aquí sobre el espíritu del zen, de qué es el zen o mejor dicho cómo nos podemos acercar a una visión sobre lo que es esta antigua tradición que viene de oriente.

Si alguna vez has investigado sobre zen seguramente has encontrado muchísimo, ya que el zen es una filosofía que se aplica a todo. Es decir que es una filosofía oriental que viene desde los tiempos de Buda y que se ha expandido y ha sido aplicado a diferentes aspectos de la vida cotidiana.

Es por eso que si buscas la palabra zen en la web encontrarás todo tipo de asociaciones, zen en el arte, zen en el tiro al blanco, zen en los arreglos florales, etc.

Esto se debe a que el zen como filosofía puede utilizarse para hacer cualquier cosa. Porque el espíritu del zen puede aplicarse a cualquier acción.

Pero veamos entonces a qué nos referimos cuando hablamos de espíritu en el zen.

El espíritu del zen: una larga tradición

El zen comienza cuando Buda Shakyamuni, es decir el primer buda, le trasmite a su discípulo las leyes y los procedimientos para obtener la iluminación.

Estos procedimientos se trasmiten de maestro a discípulo y a lo largo de varias generaciones se fue dando. Con el tiempo aparecieron diferentes escuelas que fueron organizando de alguna forma este conocimiento oculto. Allí nació el zen que sigue uno de las prácticas fundamentales del budismo que es justamente el método por el cual el buda obtuvo la iluminación. Esa práctica es la de sentarse en postura meditativa.

Dentro del zen hay muchas ramas, pero una de las principales es el budismo zen , que utiliza como practica principal la de sentarse en la postura de buda para alcanzar la iluminación.

El espíritu del zen: No hacer

Quizá una de las premisas fundamentales del zen es la no acción. Es decir la meditación zen no busca detener los pensamientos sino dejar que todo fluya en la nada. Este dejar de ser el zen lo denomina “estar en el ataúd”, ósea un lugar parecido a la muerte, donde no hay pensamiento, donde la vida es no vida, y la muerte es no muerte.

Desde el punto de vista teórico es muy difícil entenderlo, pero los que hacen meditación zen aseguran que por medio del “sentarse”, como se denomina a esta práctica meditativa, se puede ser uno con lo esencial y salir de nuestros temores y preocupaciones mundanas.

Sin duda el espíritu del zen está íntimamente relacionado   a este no hacer, a este permanecer sin pensamientos. Claro que el secreto es que no tiene que haber represión. Es decir el practicante zen no debe reprimir ni sus emociones ni sus pensamientos sino que tan solo debe procurar llegar a ese estado de silencio.

Con el paso del tiempo en esa práctica , los espacios de silencio aumentan y el practicante puede lograr la iluminación al igual que lo hizo Buda.

Aquí hablamos sobre el espíritu del zen, esperamos que te hay servido nuestro artículo.